Está bien pedir opinión.
Pero está mejor hacer lo que te dé la gana.
Porque uno no escarmienta en cabeza ajena. Reivindicamos el error porque reivindicamos la vida y es imposible vivir sin equivocarse. Igual que Mark Twain, pensamos que "nos arrepentiremos más de lo que no hicimos, que de lo que hicimos mal". De ahí viene el nombre de nuestra marca: #loqtdlagana. Mal escrito porque crecimos en los noventa, acortando las palabras de los SMS para ahorrar espacio y dinero. Y como somos unos nostálgicos, lo escribimos así.
#loqtdlagana es un ejercicio de superación personal, consciencia y agradecimiento. Sabemos que una de nuestras flaquezas es mirarnos el ombligo más tiempo del que debiéramos. A veces llegamos a pensar que nuestros problemas son más grandes de lo que son. O lo que es peor, pensamos que tenemos problemas cuando simplemente son asuntos por resolver. Por eso hemos decidido pensar en los demás. Por egoísmo puro. Porque queremos mejorarnos a nosotros mismos. Cada dos semanas enviamos una carta de agradecimiento por el reverso de nuestro manifiesto (#loqtdlagana) a una persona que haya hecho algo bueno por la sociedad. Ya sea a través de sus actos de servicio, de su arte, de una conferencia bien pronunciada, de poner cariño en lo que hace, de saber no criticar al prójimo o de mirar el vaso siempre medio lleno. Y nos obligamos a hacerlo porque sabemos que si no, no lo haríamos. Queremos integrar este ritual como un hábito en nosotros y quién sabe si mejorándonos a nosotros mejoraremos a alguien más por el camino. Entonces habrá merecido dos veces la pena.
Este es nuestro manifiesto. Esperamos que te genere alguna sensación positiva.